martes, 9 de julio de 2013

UN TEMPLO JUDIO EN EL ANTIGUO EGIPTO



Fuente Tzfat Zefat

Papiro de Elefantina

Hasta hace apenas cien años, se le buscaba desesperadamente. Se montaron expediciones arqueológicas alemanas, francesas e italianas para peinar los tramos inferiores de la isla Elefantina, en el río Nilo, en el sur de Egipto, pero sin éxito. Todas estas expediciones habían sido activadas tras la publicación en 1911, dos años antes, de unos papiros hallados en la zona que contenían historias personales de los miembros de una colonia militar judía ubicada allí desde el siglo V a. C. Según esos documentos, había existido un templo en medio de la colonia. Pero, ¿dónde exactamente? ¿Era real o era un mito? ¿Dónde estaba la colonia exactamente, y por qué allí? Con el advenimiento de la Primera Guerra Mundial en 1914, la búsqueda fue suspendida, reanudándose después de 1918, pero nuevamente sin éxito.

Los rollos de papiro eran específicos. Los colonos judíos vivían en paz con sus vecinos egipcios, y seguían las leyes judías. De hecho, el emperador persa Darío II les había solicitado que celebraran la fiesta de la Pascua con el pan sin levadura, en el año 418 antes de Cristo, y que no bebieran cerveza durante los siete días después del 14 de Nissan, de acuerdo con uno de los papiros. La zona en esos momentos estaba bajo control persa, ya que había sido capturada por Cambises en el 525 a. C., y la colonia judía estaba bajo jurisdicción persa.

Los colonos judíos ocupaban toda una fila de casas de adobe, y algunos de ellos se casaron con mujeres egipcias, otros en cambio no lo hicieron, pero por lo general vivieron sus vidas en paz y tranquilidad.

Pero, ¿qué hacían allí esos colonos hebreos? Eran los miembros de una unidad militar que protegía la frontera sur de Egipto. Estaban asentados en la isla Elefantina, frente a Asuán en el continente, y era ahí, en la primera catarata del Nilo, donde Egipto siempre había tenido que defenderse de la infiltración desde el sur, donde pueblos y naciones más pobres estaban desesperados por entrar y poder disfrutar de la riquezas de sus vecinos más ricos.

Pero ¿por qué los hebreos estaban haciendo este trabajo? Los persas también estaban deseosos de proteger la frontera y se la confiaron a los judíos, que habían llegado a Egipto como refugiados y a los que no se les permitía trabajar o ser dueños de la tierra como a los egipcios, aunque al menos podrían servir como mercenarios, y eso es lo que hicieron.

Crearon toda una colonia, construyendo al parecer sus casas en torno a un pequeño templo, al menos según nos cuentan los papiros. No existe ningún registro de esta colonia judía en los libros de historia, nada en las obras del historiador judío Flavio Josefo, y nada en el Talmud o en los registros oficiales judíos, nada en absoluto, excepto aquello que relatan esos papiros encontrados en 1893. Así pues el mundo estaba expectante por saber si decían la verdad.

¿Era realmente cierto que allí había existido un templo judío, en Egipto, en el siglo V antes de Cristo? En 1893, el aventurero estadounidense C.E. Wilbour adquirió todo un tesoro de documentos de los lugareños en la isla Elefantina. Él no podía leer los textos arameos, así que los almacenó en un baúl de metal sellado, el cual pasó a su hija tras su muerte en 1896. Con el tiempo, llegaron hasta al Museo de Arte de Brooklyn en 1947. Sin embargo, otros papiros sobre el mismo tema habían llegado a manos de estudiosos británicos y alemanes en 1901 y 1903, y fueron traducidos y publicados rápidamente por los alemanes en 1911.

Entre otros detalles, los documentos describen un santuario permanente situado en un patio abierto y con un altar en el que se ofrecían sacrificios de animales. Se había levantado antes de la conquista de Egipto (en el 525 a. C.) por los persas, y Cambises lo había salvado de la destrucción que afectó a otros templos. Se mantuvo en pie hasta el año 400 a. C., cuando los persas finalmente fueron expulsados por los egipcios (Ya había sido destruido anteriormente por los sacerdotes de Khnum, que tenían un templo al lado, pero fue reconstruido nuevamente unos años más tarde por orden del gobernador persa. Los sacerdotes de Khnum era poderosos porque se presumía que el dios Khnum regía el ascenso y el descenso del agua del Nilo en este lugar, en la primera catarata).

Esta es la historia, y las expediciones europeas desesperaban por encontrar el templo, aunque después de la Primera Guerra Mundial se perdió ciertamente el interés y no fue hasta 1967 cuando se montó otra expedición. Pero no fue para buscar este templo, sino para registrar todos los templos que se habían construido en esta importante zona del sur de Egipto.

Registraron muchos templos egipcios de diferentes épocas, pero después de muchos años, también encontraron lo que ellos llamaron "el pueblo arameo". Éste estaba formado por una serie de casas de adobe, en ruinas, que se alineaban a lo largo de los dos lados de una zona central con una superficie de yeso fino, y con un pequeño edificio pavimentado con azulejos finos.

Afortunadamente, el profesor de la Universidad Hebrea Bezalel Porten ya había publicado el plano de las casas de la colonia judía, sobre la base de los documentos de papiro, y el equipo alemán reconoció que lo que habían encontrado eran las casas judías de toda la zona del templo, tal como Porten había predicho a partir de esos documentos.

El templo en sí era pequeño, de hecho, sólo había restos de la mitad de él, pero tenía un suelo de baldosas muy finas en dos capas, lo que indicaba que la primera había sido destruida y reemplazada. Se encontraba en un patio de yeserías, mientras que las casas sólo tenían un suelo de tierra cruda. Así que este era el templo, y los papiros tenían razón.

El descubrimiento definitivo sólo se hizo en 1997, pero nos mostraba un pequeño templo judío en el sur de Egipto, construido para servir a una colonia judía cuya función era servir de guarnición que defendiera el acceso sur al rico país de Egipto.

Los judíos servían como mercenarios a los colonizadores persas, así que cuando estos últimos fueron expulsados por los egipcios alrededor del 400 a. C., los judíos se encontraron en peligro, y podían incluso ser considerados como traidores. Entonces, ¿qué pasó con ellos?

No hay constancia de lo que les sucedió en los documentos. Solo podemos esperar que no fueron asesinados, pero lo más probable es que se asimilaran y vivieran con sus homólogos egipcios. Sin embargo, existe otra posibilidad, que huyeran de allí.

Si finalmente abandonaron la zona, no pudieron haber hecho por el norte, para regresar a su tierra natal, pues habría significado una caminata de 1.000 kilómetros a través de territorio enemigo. Por el contrario, muy probablemente se habrían dirigido hacia al sur, e incluso puede que hubieran llegado hasta Etiopía, estableciéndose allí y demostrando ser buenos judíos, guardando la Pascua y los otros mitzvot, y convirtiendo a algunos de sus vecinos de Etiopía a su religión. ¿Quién sabe?

Impulsados por la publicación en 1911 de documentos de papiros que contenían historias de una colonia militar judía desde el siglo V antes de Cristo, distintas expediciones de origen alemán, francés e italiano se han realizado para investigar los tramos inferiores de la isla Elefantina, situada en el río Nilo, pero no tuvieron éxito.

En los rollos de papiro se relataba como los colonos judíos habían vivido en paz con los egipcios, a pesar de obedecer a las leyes judías. El emperador persa Darío II mandó celebrar la fiesta de la Pascua en 418 antes de Cristo y no beber cerveza durante siete días momento en el cual la zona se encontraba bajo control persa. Incluso algunos judíos se casaron con mujeres persas y en general convivieron en paz y tranquilidad.
Los judíos se encontraban allí para defender la frontera del sur de Egipto protegiendo de los infiltrados, algo que también deseaban los persas. A los judíos que habían llegado a la zona no se les permitió trabajar en las tierras pero podían servir como legionarios y eso es lo que hicieron.
Ni en libros de historia ni en registros judíos había evidencia de la colonia judía excepto en estos papiros, que se habían encontrado en 1893, y es por ello que los expertos estaban deseosos de comprobar si era cierto o no. En los documentos se describe un santuario permanente con un altar en el que eran ofrecidos sacrificios de animales. Se mantuvo en pie hasta el año 400 antes de Cristo momento en el cual los persas fueron expulsados por los egipcios.
Después de la Primera Guerra Mundial se reconocieron muchos templos egipcios y tras varios años encontraron un pueblo arameo que constaba de varias casas de adobe y un pequeño edificio pavimentado con finos azulejos. El equipo reconoció que lo que habían encontrado eran las casas judías relatadas en los papiros. El templo era de pequeñas dimensiones y solo la mitad de él se mantuvo con un suelo que contenía dos capas de baldosas lo que indica que fue destruido y remplazado. Por lo tanto el templo existía y los papiros estaban en lo cierto. El descubrimiento definitivo se hizo en 1997.
Cuando los persas fueron expulsados, los judíos se encontraban en peligro y es por ello que a pesar de no haber constancia de lo que paso con ellos podrían haber sido asesinados, asimilados o quizás huyesen.

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